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¿Te implicas o te comprometes?

20 de enero de 2017

¿Te implicas o te comprometes?

¿Te implicas o te comprometes?

«En un desayuno continental, la gallina está implicada y el cerdo comprometido. Esto es así porque la gallina solamente ha pagado una parte del precio para hacer posible el desayuno; sólo ha puesto dos huevos. En cambio el cerdo ha pagado absolutamente todo el precio posible: se ha dejado la piel y la vida para hacer realidad el desayuno».

«A menudo recuerdo a los deportistas lo siguiente: no basta con dejarse los huevos, hay que dejarse la piel»

Pep Marí (Aprender de los Campeones)

Así comienza el tercer capítulo del genial libro «Aprender de los Campeones» de mi amigo Pep Marí. Y así se lo he oído contar innumerables veces, desde que tenía poco más de 16 años y era un proyecto de nadador. Como esa película que te fascina o esa canción que te absorve, todas las veces le escuchaba con admiración. Si alguna vez has tratado con él y/o has estado en alguna de sus charlas, sabes de lo que te hablo.

El motivo de esta introducción especial al artículo es para exponer un texto de opinión acerca de un aprendizaje empírico que como entrenadores hemos podido ir observando a lo largo de los años con nuestros deportistas.

Cada vez el entrenador tiene más acceso al entrenamiento real del deportista. Antes, era un auténtico tedio el intentar conseguir un feedback suficiente (¡o mínimo!) de lo que sobre el papel planteabas como objetivo semanal. Cuestionarios, llamadas, hojas de cálculo auto-completables que después debía enviarte, etc… Muchísima tarea que bien realizada y analizada suponía un plus en el control y adaptación del plan de entrenamiento del deportista. Pero también desproporcionado en cuanto a lo arcaico y trabajoso que resultaba.

Hoy, el deportista lleva múltiples gadgets que ya cuantifican aceptablemente la carga, el entrenador puede acceder a su cuenta o se pueden utilizar vías de sincronización con otras apps para la gestión y el control de su entrenamiento.

Cuando gestionas el entrenamiento online de un grupo «amplio» de deportistas, desde luego hay diferencias evidentes en cuanto a la manera que tienen tus deportistas de reportarte la carga de entrenamiento y sus sensaciones.

Os ponemos dos ejemplos habituales de deportistas, cuya exposición en el artículo no pretende señalar, sino clasificar la actitud de estos deportistas para con su entrenamiento en cuanto a implicación-compromiso.

Caso A: deportista que realiza (o no, o a medias…) sus sesiones de entrenamiento pero no reporta resultados de estas ni información adicional.

Caso B: Deportista que no solo realiza la totalidad (o casi) de sus entrenamientos, sino que además aporta un feedback realmente completo. Adjunta o sincroniza informe de sesiones, comenta sensaciones en dichas tareas y también complementa con información adicional. Por ejemplo: horas y calidad de sueño, variabilidad de la frecuencia cardiaca, sensación muscular, pulso, peso, percepción general de forma/fatiga…

Seguro que muchos deportistas y entrenadores os sentís identificados en uno u otro perfil (o en el camino intermedio). Y seguro también que habría que tomar una serie de medidas como entrenador/deportista para intentar evitar en lo posible el caso A, pero este no es el motivo del texto, sino el de relacionar los conceptos del título:

El deportista A está IMPLICADO en el proceso de entrenamiento. Es la gallina de la historia, ha decidido echarle un par de huevos al principio, cuando hacer clic en la inscripción del Ironman de turno solo supone la decisión de «me apetece sí/no», pero no ha decidido dejarse la piel día a día, todos los días (con conocimiento y coherencia, que no estamos hablando necesariamente de objetivos mundiales…). Ha aceptado seguir las directrices de su entrenador y, en mayor o menor medida cumple con el plan marcado porque a lo mejor considera que con eso es suficiente. Desde luego se puede extrapolar que su rendimiento en competición, la idoneidad del plan a su perfil y los resultados producto de su plan de entrenamiento no parecen ser lo más importante en su mente.

El deportista B está COMPROMETIDO con el proceso de entrenamiento. Es el cerdo de la historia, no le valía solo echarle huevos, sino que a diario lo da todo, se deja la piel y considera que con entrenar lo que le ha puesto su entrenador solo está cumpliendo la primera parte del plan. No solo ha aceptado la programación propuesta, sino que diariamente informa, reporta y se comunica con su entrenador para transmitirle cómo se encuentra, qué le ha supuesto el entrenamiento diario, qué dudas tiene, etc…

Más que probablemente, el servicio que como entrenadores podemos darle a este grupo de deportistas es mucho más individualizado, completo y profesional que el que nos permite la situación anterior.

ejemplo de deportista comprometido con su programa de entrenamiento

Pero es que aún hay más. Hablábamos antes del empirismo de este artículo de opinión. En nuestra humilde muestra, ¿Sabéis qué perfil de deportista entre los que asesoramos es el que más cumple con los objetivos propuestos? ¡Es fácil!

Y ahora, os preguntamos:

A ti, deportista: ¿qué perfil eres? ¿»Gallina o cerdo»?

Y a ti, entrenador: ¿a qué deportista prefieres asesorar? ¿»Gallinas o cerdos»? ¡Nosotros también!

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