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Cómo mantener la motivación competitiva durante el confinamiento

06 de abril de 2020

Cómo mantener la motivación competitiva durante el confinamiento

Cómo mantener la motivación competitiva durante el confinamiento

¿Cómo mantener la motivación competitiva a largo plazo cuando no hay competiciones a la vista?

Imposibilidad actual de salir a hacer deporte al exterior, piscinas y centros de fitness cerrados, competiciones canceladas o pospuestas a varios meses más adelante…

No pretendemos banalizar con la situación, pues hay casos mucho más graves y urgentes que el de la normalización de los entrenamientos de los deportistas populares y de rendimiento. Pero el cuándo podremos entrenar con «normalidad» y competir es algo que ronda a la cabeza a muchos.

Si estás leyendo este texto, probablemente seas de los deportistas con una buena dosis de motivación intrínseca por el deporte. Aunque tengas días mejores y peores, probablemente sigues con tus entrenamientos, adaptados a las circunstancias. Sigues con la mente puesta en tu proceso de entrenamiento, pero sobre todo estás siendo paciente, disciplinado y coherente con las posibilidades actuales. Como entrenador, tengo dos palabras para ti: Enhorabuena y Gracias.

Enhorabuena por demostrar que en tu proceso de entrenamiento priman la salud y el proceso por encima del resultado puntual.

Gracias por, si has tenido la posibilidad, seguir confiando en tus entrenadores para asesorarte en estos momentos complicados. Durante meses y años te hemos valorado, propuesto, seguido, analizado, escuchado, acertado y fallado. Y esa información, bien gestionada, no la supera obviamente ni el más famoso influencer de turno ni las mil y una «tablas» que circulan por la red y los whatsaps. Esto parece obvio… ¿o no?. En fin, no nos desviaremos del tema central del artículo.

Independientemente de lo comentado y de las diferencias individuales, parece evidente que aún así nos movemos mejor por objetivos. Enfocamos mejor. Y para los deportistas y entrenadores, uno de los mayores objetivos muchas veces está en las propias competiciones.

 

¿Qué podemos hacer ahora y en adelante con el entrenamiento y su relación con futuras competiciones?

Parece claro que las competiciones a corto (y medio) plazo se han cancelado, van a cancelar, o como mínimo posponer para más adelante. Sin pretender generalizar, parece inteligente en estos días normalizar a la baja la carga de entrenamiento, pues ni tenemos información de plazos, ni las condiciones de entrenamiento son del todo óptimas. Y además queremos asegurarnos un margen suficientemente amplio de aumento de carga para plantear estímulos óptimos cuando volvamos a una situación de entrenamiento más aceptable.

Un primer consejo podría ser el de aprovechar el aumento de tiempo disponible de muchos para trabajar aspectos muchas veces descuidados en el día a día de la temporada. Movilidad, control motor, pliometría, calentamiento… Son solo algunos de los contenidos que muchas veces pasamos por alto y de puntillas durante la temporada, y que, por qué no, ahora podemos reforzar.

No en vano, contenidos de trabajo como la amplitud de movimiento en natación son determinantes en el rendimiento en algunos deportes (ADM en natación).

Será por tiempo…

 

Pero, ¿qué hacemos con la «temporalidad» cuando no hay definido con seguridad un «día D» en el horizonte? Os proponemos trabajar sobre algunos escenarios posibles.

La gran mayoría de deportistas tienen una importante fuente de motivación en la competición. Y a los entrenadores, la existencia de estas nos permite temporalizar el entrenamiento en diversas fases de una misma temporada, además de sacar conclusiones de estas. Por lo tanto, y aunque os hemos felicitado por la motivación intrínseca para entrenar, no podemos dejar de lado la parte más suculenta del pastel para muchos.

Dando por hecho que no se va a competir a corto plazo, podemos apuntar en un escenario moderadamente optimista a competiciones que tendrían lugar a finales de verano (agosto-octubre). Y el riesgo de «equivocarnos» puede ser notablemente menor, pues de nuevo se dan diversos escenarios:

Escenario A: La competición se celebra. Poco que comentar, hemos «acertado» en nuestra primera hipótesis, y desde «ya» estamos empezando a progresar en carga, aprovechando algunas de las semanas iniciales de confinamiento, que probablemente has decidido hacerlas de transición de cara a crear más margen de crecimiento de carga en este nuevo macrociclo.

Escenario B: La competición no se celebra, pero sí hay condiciones de entrenamiento mejoradas con respecto a la situación actual. Puedes plantear un simulacro de competición, individual o en grupo, dependiendo del escenario permitido, pautando con tu entrenador tanto la distancia (parcial o total de la competición principal) como las intensidades a intentar. Puede parecer un consuelo menor, pero piénsalo: en las condiciones actuales… ¿no lo firmas?. Y además, nos sirve «perfectamente» como competición de control, de cara a sacar conclusiones del entrenamiento y plantear decisiones de cara a siguientes fases de la temporada.

Escenario C: La competición no se celebra ni se puede entrenar en el exterior. Ejem… puede que en este caso tengamos que escribir un nuevo artículo, pues de momento ni todo el mundo tiene condiciones indoor adecuadas como para plantearse una competición, ni tampoco es una idea que nos seduzca demasiado ahora mismo.

Mucho ánimo a todos, y mucha fuerza a las familias que desgraciadamente lo están pasando mal. Saldremos adelante.

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